Una hernia epigástrica aparece a través de la pared abdominal, entre la parte inferior del esternón y el ombligo. Tanto hombres como mujeres pueden presentar este tipo de hernia, que generalmente se produce a consecuencia de una debilidad congénita, combinada con una presión intrabdominal a lo largo de la línea media.
La hernia epigástrica aparece en la línea media, por arriba del ombligo. Afecta más a los hombres que a las mujeres con una proporción de 3:1 y su incidencia es menor del 1 % en la población adulta.
La hernia epigástrica es favorecida por esfuerzos intensos y constantes, obesidad o por enfermedades que incrementan la presión intrabdominal como tos crónica, estreñimiento, dificultad para orinar y embarazos repetidos.
La hernia epigástrica es un aumento de volumen o tumoración que aparece en alguna zona de la línea media por arriba del ombligo, generalmente asintomática, aunque en raras ocasiones puede aparecer dolor en el sitio de la hernia al
realizar algún esfuerzo moderado o intenso.
Síntomas
El síntoma principal de las hernias epigástricas es el dolor intermitente,
asociado al esfuerzo, en el abdomen superior y medio. Esto ocurre cuando se
atora o atrapa la grasa herniada en el orificio herniario y se libera
espontáneamente.
Muchas hernias epigástricas no causan síntomas y solo se observa la salida
intermitente de la hernia, asociada al esfuerzo abdominal, de incorporarse de la
cama, practicar ejercicio de gimnasio o estar de pié.
Diagnóstico
Para poder diagnosticar una hernia epigástrica, un cirujano debe hacer un
exploración, y en algunas ocasiones en donde el diagnostico no pueda precisarse,
se necesitarán estudios auxiliares, como por ejemplo, ultrasonidos, o alguna
tomografía axial. Como sucede con todos los tipos de hernia el único tratamiento
para una hernia epigástrico es un procedimiento quirúrgico y es importante que
el mismo se lleve a cabo tan pronto como se llega al diagnóstico siendo que este
tipo de hernia, crece con el paso del tiempo lo cual incrementa la posibilidad
de tener algún tipo de complicación.
Diagnóstico a tiempo
Existen diferentes tipos de complicaciones que pueden sarde si no se
diagnostica a tiempo o bien si se diagnostica de manera errónea. Por ejemplo,
una de las más comunes es el encarcelamiento, que hace referencia al momento en
que un órgano en el abdomen sobresale por el orificio de la hernia,
estableciéndose de manera definitiva sin tener la posibilidad de volver a su
posición normal incluso con maniobras externas.
En la mayoría de estos casos, el tejido celular graso es lo que sobresale,
por esta razón sucede que puede confundirse con una tumoración en el mismo. Otro
de los riesgos que se corren cuando una hernia epigastrica no es bien
diagnosticada, tiene que ver con el estrangulamiento de las estructuras; es
decir, cuando las mismas son aprisionadas y presionadas por el orificio de la
hernia; esto produce una falta de circulación lo cual deriva en la muerte del
órgano que se encuentra aprisionado.
La cirugía de una hernia epigástrica puede realizarse mediante
técnicas abiertas o bien mediante una laparoscopia. En el primero de
los caso pueden utilizarse mallas plásticas como prótesis para reemplazar los
tejidos de la pared, lo cual, quedará a criterio del cirujano según la gravedad
del problema. Por su parte, las técnicas por laparoscopía se trata de una
invasión mínima que se lleva a cabo realizando una cirugía con láser, aplicando
las mallas en posición interna.
Las dos técnicas tienen resultados muy positivos siendo
que reducen los dolores característicos del postoperatorio así como también el
tiempo de incapacidas y el uso de analgésicos. Además también ayuda a reducir
las posibilidades de que se desarrolle nuevamente una hernia epigástrica. Ten en
cuenta que los riesgos en este tipo de cirugía son mínimos, al igual que
cualquier complicación luego de la operación. En cuanto a la recuperación del
paciente, la misma consiste en una internación hospitalaria de al menos 5 días,
estando en reposo relativo, lo que quiere decir que el paciente puede moverse,
aunque no hacer ningún movimiento que requiera una esfuerzo mayor.
El tratamiento de la hernia epigástrica es quirúrgico y debe realizarse
tan pronto como se identifique ya que siempre crece con el paso del tiempo y la
posibilidad de complicaciones se incrementa día con día.