Una hernia umbilical es una protrusión del contenido de la cavidad abdominal por un punto débil del anillo umbilical debido a un defecto en el cierre de la pared abdominal. Es una hernia muy común en niños y adultos, especialmente obesos y en mujeres.
La protrusión involucra al intestino delgado, peritoneo y epiplón, y otras vísceras y conlleva una elevada incidencia de estrangulación del contenido herniado. Entre todas las hernias, se presentan en un 2% de los casos. Se hace visible por encima y por fuera de la cicatriz umbilical en la forma de un abultamiento ovalado sobre el ombligo, ocasionalmente doloroso. Además del examen clínico, no es común hacer otros exámenes para diagnosticar una hernia umbilical. Ocasionalmente se ve asociada a diastasis, es decir, separación de los músculos rectos del abdomen.
Las hernias umbilicales son bastante comunes. Se producen por fallos en los músculos del abdomen, que permiten que una porción del peritoneo (revestimiento de la cavidad abdominal) sobresalga y empuje el ombligo hacia afuera.
Se pueden apreciar desde el nacimiento. Son más obvias cuando el bebé
llora, ya que al aumentar la presión el bulto es más fácil de ver.
Síntomas
Una hernia puede variar de menos de uno a más de cinco centímetros de
diámetro.
Se presenta una hinchazón blanda sobre el ombligo que protruye cuando el
bebé está sentado, llora o hace un esfuerzo. La protuberancia puede ser plana
cuando el bebé está quieto y acostado boca arriba. Las hernias umbilicales
generalmente son indoloras.
Tratamiento
La cirugía es el único tratamiento efectivo. La debilidad en la capa
muscular debe repararse. Sin esta cirugía, es probable que la hernia umbilical
se agrande y sea más molesta. Existe un riesgo de que pueda causar
complicaciones graves si no se trata en los adultos. El riesgo de las
complicaciones aumenta con el tamaño de la hernia. Una vez que se diagnostica
una hernia umbilical, el médico de cabecera generalmente recomienda una
reparación.
Solo una operación quirúrgica puede resolver una hernia umbilical, al menos
hasta el momento. Para las hernias más pequeñas, la operación se hace con
anestesia local. Para las hernias más grandes y complejas, la operación ocurre
bajo anestesia general. Se justifica la reparación quirúrgica en niños si hay
evidencia de estrangulamiento de los componentes herniados o el defecto es muy
grande y estéticamente notable después de los 3 o 4 años. En otros casos se
puede realizar un tratamiento mecánico (pliegue).
Principalmente, existen dos tipos de reparación de hernia: abierta y
laparoscópica (bocallave). La cirugía laparoscópica generalmente se recomienda
si la hernia ha aparecido nuevamente después de una operación anterior.
Cirugía abierta
Se realiza un pequeño corte justo por encima o debajo del ombligo, y se
empuja la hernia hacia atrás. El área débil dentro del músculo se sutura y, a
menudo, se sutura una malla sintética por encima para fortalecer aún más la
pared abdominal. El corte se cierra con suturas solubles y se cubre con un
vendaje.
Cirugía laparoscópica
Se realizan dos o tres cortes pequeños a un lado del abdomen. El cirujano
introducirá una cámara telescópica similar a un tubo (laparoscopio), de manera
que podrá ver su hernia en un monitor. La hernia se repara con instrumentos
quirúrgicos especialmente diseñados que se pasan a través de los demás cortes.
Se fija una malla sintética debajo de la superficie de los músculos abdominales
para fortalecer la pared abdominal. Los cortes se cierran con suturas solubles y
se cubren con un vendaje.